A Maureen Starkey todos la querían. Esposa durante unos años de Ringo Starr y amiga del resto de Beatles, su muerte prematura por una leucemia en 1994 fue un duro golpe para los Fab Four supervivientes. A pesar de haberse divorciado muchos años atrás, Ringo estuvo a su lado hasta el último instante. Y Sir Paul decidió escribir una preciosa canción para recordarla y lanzar un mensaje de esperanza.
Una de esas pequeñas gema(nuria)s irrepetibles del baúl de Macca...y la razón 5464ava por la que McCartney I, McCartney II y McCcartney Avanzada deberían estudiarse como asignaturas obligatorias en todas las escuelas de música del país. . ¡Hasta siempre, pequeño sauce!
No hay cosa que más odie en Paul que su afán por escribir, como decía siempre John, "canciones para abuelitas", baladas y pastelones insulsos sin nada que rascar. Sin embargo, "Little Willow", siendo la típica 'canción McCartney' no tiene, ni nada de insulsa, ni nada de pastelón. Me parece una canción sencillamente maravillosa. Puede darte paz, puede ponerte nostálgico, y puede hacerte llorar a mares. Simplemente, una pequeña maravilla.
ResponderEliminarEfectivamente. La diferencia está entre sentarte 10 minutos y sentarte por lo menos una hora a trabajar las canciones. Paul en 10 minutos hace un pastelón. En una hora, una maravilla. Otra balada actual que me gusta mucho (y que no entiendo como ha pasado desapercibida)
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=LU0OdshL4IM