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martes, 17 de febrero de 2015

El encanto de la Robustez Petrosiana


"Nunca olvidaré la alegría experimentada por las maniobras de mi torre... Creo que un pintor tiene el mismo sentimiento cuando ve claramente que su idea se ha realizado en el lienzo" 
Tigran Petrosian, hablando sobre una partida que le enfrentó a Taimanov.
Estoy de acuerdo con el maestro Leontxo García y con el gran Tal en que el jugador de ajedrez es un artista, que plasma su obra en un lienzo de 64 casillas. Y como en todas las artes, existen distintos estilos estéticos, y las preferencias entre los aficionados son variopintas. Quizá Tigran Petrosian sea uno de esos genios controvertidos, que nunca dejan indiferente a los que contemplan su obra, en mi caso con los ojos brillantes de la admiración profunda. Tachado por algunos como excesivamente prudente, es caracterizado por otros como un artista del contrajuego, y comparado por la mayoría con un verdadero muro, infranqueable para el rival y aparentemente inasequible al desaliento.

Nacido en Tblisi (Georgia) aunque armenio de nacionalidad, y con un lugar por derecho propio entre los grandes de la historia del ajedrez soviético y mundial, el hombre tranquilo perteneció además a ese selecto club formado por los Campeones del Mundo de las 64 casillas. Afable y tranquilo en las distancias cortas, y con un conocimiento del juego sobresaliente, ganaba sin florituras en muchas ocasiones y buscaba el refugio de las tablas sin disimulo cuando lo consideraba necesario. Los riesgos, siempre calculados. "Mide siete veces y corta una", fue la perfecta definición de uno de sus biógrafos (bonita semblanza del Tigran aquí, fuente de curiosas anécdotas).

Pensaba en el Gran Maestro Petrosian cuando releí por casualidad la serie de joyas de Fernández. Villaverde (F-V) sobre política fiscal (aquí enlaces a las tres partes). En una pequeña frase encuentro condensada la reflexión que quiero poner de manifiesto en la entrada. Dice Jesús: 

"El deseo de robustez creado por la incertidumbre lleva a tomar decisiones de política fiscal más centradas en evitar los peores escenarios" 
Y se me ocurre bautizar la política fiscal planteada por F-V, no sólo como robusta, sino con el apellido de Petrosiana (si bien para el aficionado podría considerarse una redundancia). En un mundo de incertidumbre (definida por Frank Knight como la imposibilidad de calcular las probabilidades de los posibles escenarios futuros), tiene sentido tomar decisiones que minimicen el daño en el caso de encontrarnos en la peor situación de las imaginables. Evaluemos con conocimiento profundo (a través de verdaderos expertos) las amenazas potenciales de las piezas rivales. y actuemos en consecuencia para evitar males mayores. Como en el caso del Gran Maestro, el estilo puede ser criticado por algunos, quizá pensando que no se están aprovechando todas las oportunidades potenciales de victoria (subir el gasto o bajar impuestos es siempre una tentación en tiempos de bonanza). Pero la experiencia por ejemplo de la burbuja inmobiliaria reciente en España nos indica a las claras los riesgos de sacar el champán sin pensar en la dura resaca del día siguiente. ¿hubiera tenido sentido una mayor austeridad en las vacas gordas?. Posiblemente más que cuando de verdad se aplicó, ya con el riesgo de jaque mate para la zona euro próximo.


Tanto en el ajedrez como en la vida, quizá un buen lugar estaría entre Tal y Petrosian. Quizá la virtud esté en algún matiz del ansiado término medio. Entre el agua y el fuego, en ese delicado equilibrio que podría definir la trayectoria óptima de política económica. No podemos hablar de Keynes sin citar a Friedman, y ambos tienen algo que enseñarnos. Y aquellos que admiramos al espectacular Tal, siempre tendremos en nuestro corazoncito la genial intuición de uno de los grandes, que quizá a fuerza de andar con pies de plomo pasó por la gloria del ajedrez en zapatillas. Sirvan estas líneas de homenaje a Tigran Petrosian, uno de esos artistas cuyas composiciones quedarán siempre en la memoria del buen aficionado, en esa balda reservada a los Grandes Reservas Vintage.

domingo, 8 de febrero de 2015

Ent-conomía

"¿Lado? No estoy del lado de nadie, porque nadie esta de mi lado, pequeño orco"  
Bárbol, El Señor de los anillos.
Dice Charles Wheelan en su muy recomendable libro de "Economía al desnudo" que eso que llamamos mercado, entendido a vuelapluma como sistema de precios y libre emprendimiento bajo propiedad privada, no es un ente inmoral ni particularmente malvado. Tampoco es un dechado de virtudes al que confiar ciegamente el incierto futuro de nuestras sociedades. Se trata de un instrumento, como diría Joan Robinson, que puede ser utilizado (o abandonado) con distintos fines. Y es, por tanto y en este sentido, amoral. No me resisto a escanciarme, en traducción libre y con anotaciones, algún versículo.

"La economía de mercado es una fuerza muy poderosa para hacer que nuestras vidas sean mejores [...] Al mismo tiempo el mercado es amoral. No inmoral, simplemente amoral. El mercado recompensa la escasez, lo que no tiene ninguna relación inherente con el valor. Los diamantes tienen un precio muy alto, mientras que el agua [...] es casi gratis. Si no hubiera diamantes en todo el mundo, apenas sería un inconveniente. Si desapareciese toda el agua nos moriríamos [...]. El mercado es como la evolución, una fuerza extraordinariamente poderosa que se dedica a recompensar al rápido, al inteligente y al fuerte [yo añadiría, en su apliación práctica conocida, al ya previamente poderoso]. Dicho esto, convendría recordar que dos de las especies más adaptadas en el planeta, son la rata y la cucaracha"

Es, en definitiva, a nosotros, pequeñas motas de Carbono, a quienes nos corresponde intercambiar su neutralidad moral  por militancia activa en servicio de una serie de fines que nos corresponde definir políticamente. Una vez consensuada la solución democrática como (imperfecta) pero operativa manera de agregar nuestras preferencias individuales, y la existencia de planeta y tiempo para definir nuestros objetivos, dos conclusiones puedo sacar en claro.

La primera, la conveniencia de recuperar ese apellido de "política" que la economía llevó hasta el cisma Marshalliano. Nuestra cosmovisión es indisoluble de las soluciones que planteemos a los problemas de escasez que desde Robbins y Friedman consideramos como centrales de nuestra disciplina. El sueño de una economía completamente libre de juicios de valor a las buenas constituye una fatal arrogancia, y a las malas, uno de esos letargos de la razón que inevitablemente producen monstruos. No quiero (como quizá sugiera aquí el profesor Anisi) adoptar al respecto sin embargo la posición de negar cualquier carácter científico a la disciplina, pues el método seguido debe ser riguroso y el análisis de los economistas puede arrojar (y efectivamente lo ha hecho) una luz decisiva que contribuya al progreso (una buena defensa desde la profesión, aquí). Es un hecho que el tratamiento de las recesiones de hoy se beneficia de los estudios rigurosos del pasado.

La segunda, la propuesta, conocida con el quizá tibio nombre de Tercera Vía de que utilicemos el mercado con pies de plomo y toda la parsimonia que nos podamos permitir. Apoyémonos en regularidades y análisis de los expertos en la materia. Pero no olvidemos que, al igual que la justicia, y por su carácter instrumental, la máquina de Adam Smith es ciega, y en ello van sus virtudes y defectos. El voto se mide en euros y no en personas, y como cualquier estudiante de primero de microeconomía puede fácilmente discernir, las demandas de aquellos que no pueden apoyar sus reivindicaciones en el lenguaje del verde billete son invisibles. La dolorosa realidad lo muestra a las claras: las bolsas de exclusión y desigualdad siguen muy presentes hoy, y tienen que ver con grupos masivos de individuos sin voz en este particular lenguaje de las economías modernas. Personas nacidas supuestamente iguales a nosotros, pero sin el "privilegio" de lo que Clower o Leijonhufvud definirían como capacidad para sustentar sus demandas nocionales y traducirlas en voces efectivas. Si seguimos con la metáfora linguîsitica que tanto agradaría a Tolkien, estamos hablando de una gran parte de la humanidad sin diccionario ni medios para hacerse entender en un mundo que presenta como única una Lengua Común que en realidad empobrece, Llevemos más allá la reflexión. ¿Es compatible declarar supuestos derechos que no pueden ser ejercidos a través del único código que el mercado entiende? Hablar de derecho a una vivienda digna sin proporcionar a los individuos los medios (monetarios o no) para garantizarla suena a los más perjudicados como un intolerable brindis al sol, o a las malas como una malévola sonrisa del subastador Walrasiano ante el que se postran los curanderos que se autodenominan expertos.

Es relevante por tanto reiterar, como señala a las claras David Anisi, parece que alguien quiere hacernos creer que la taladradora es la única alternativa. No son el mercado, ni menos sus versiones Sui Generis de capitalismo de amigotes, las únicas herramientas de la caja, y su presentación como única vía constituye un claro caso de fraude intelectual, como podrán bien comprobar los consumidores de electricidad durante este frío enero. El mercado desnudo es frío y calienta la creación de escasez, como el  histórico caso de los diamantes muestra a las claras. Humanicémoslo y no insultemos como economistas el entendimiento del que no llega a fin de mes. Nuestro fracaso en la distribución (objeto de la economía según los Ricardianos) es patente. La igualdad de oportunidades parece resentirse en un mundo de crecientes diferencias

Lo mismo que el sorprendido Meriadoc Brandigamo, alcemos la voz, argumentemos y abramos la caja de herramientas, esa que por intereses más o menos inconfesables parece cerrada para unos y descartada en las reuniones de la Gente Muy Seria. Convenzamos a los Bárbol de turno de que merece la pena tomar partido en nuestra particular guerra del anillo. Desde la humildad, pues incluso los concilios de los grandes yerran. Las cicatrices del corto plazo serán visibles en ese largo plazo que dibujan los macroeconomistas clásicos. Y Sauron, aparentemente destruído en aquellas batallas del siglo XX, sigue acechando. Aunque algunos no quieran ver.


Monedero, 400.000 votos y la preferencia revelada

Dicen los (muy suyos pero pragmáticos) ingleses que hablar es gratis, y sólo a través de las hechos se pueden inferir las creencias reales de los sujetos. En español castizo, yo no me fiaría demasiado del Ministro que después de contar las bondades del sistema público de educación lleva a sus hijos al colegio británico. Fue lo primero que me vino a la cabeza cuando me enteré esta semana del todavía oscuro asunto de Monedero, sus dineros y la Agencia tributaria.

Usando una fuente nada sospechosa, me fijo en que dice Ignacio Escolar que "lo criticable en este caso no es que Monedero gane mucho o poco dinero o que facturase a través de una sociedad limitada sin trabajadores: eso es perfectamente legal...". Y es precisamente lo que a mí me parece, a priori, por lo menos reseñable.
En el tema fiscal, la justicia (y no Sáenz de Santamaría y Montoro, tan rápidos ellos en señalar con el dedo a unos ciudadanos y tan lentos en otros casos) dictaminará en función de las pruebas aportadas, y no me siento con derecho ni información para reprochar nada o inferir entre el ruido de sables informativo las conclusiones oportunas.
Pero el hecho de que Monedero justifique que cobró el precio de mercado por sus servicios de consultoría a uno (o varios) supuestos paraísos bolivarianos, o simplemente dé por respuesta el silencio al ser cuestionado por ello no deja de ser irónico. Aproximadamente 400.000 euros de esos de los malvados mercados, cobrados y recibidos por anticapitalistas declarados. Me recuerda a Llamazares ahorrando en fondos de inversión mientras levantaba el puño en los mítines comunistas. Quizá las declaraciones públicas van por un lado y la verdadera procesión va por dentro. 400.000 votos para intercambiar en la perversa máquina amoral de Adam Smith, esa a la que el propio Monedero atribuye (creo yo injustificadamente) gran parte los males del mundo. Demasiada cantidad y cuando menos llamativa, según mi experiencia trabajando en consultoría en una de las empresas líderes del sector. Pero sobre todo un canto a la hipocresía para un autodeclarado admirador de Lenin. 
Echo en falta el reconocimiento público del mercado como instrumento útil, que no como fin de todas las cosas (curiosamente algo que sí reconocen Stiglitz o Krugman, que son citados como referentes cuando interesa). Utilicémoslo donde sabemos que funciona. Controlémoslo donde (en muchos casos subjetivamente) consideremos que están sus sombras (educación, desigualdad, cobertura sanitaria, reglas del juego). No olvidemos la importancia del retículo valorativo que nos subrayó el profesor Anisi. Mi (ideológica) respuesta: Más Suecia y menos Chávez. Pero dejemos de prestar atención a ideologías trasnochadas probadamente fracasadas. Que lo único que hacen es pillar en contradicción una y otra vez a sus defensores y ponerles colorados ante sus posibles votantes, mientras planean una nueva manifestación desde sus teléfonos Apple a través de grupos de Whatsapp, con un Big Mac en la mano. Pero eso sí, las sudaderas del Alcampo, ese gran reducto socialista del colorido (e inexistente) mundo que recuerdan con nostalgia.


domingo, 12 de octubre de 2014

Welcome to the (capitalist) jungle


Para bien o para mal, el capitalismo moderno es una jungla. Porque además de indudablemente salvaje y de tener en la cumbre del ciclo de la vida a leones de dientes largos y tarjetas black, todo el resto de hormiguitas que cada día nos levantamos con expectativa de un mañana más próspero estamos conectadas entre sí por un delicado y las más de las veces invisible equilibrio, más frágil de lo que nuestras sofisticadas televisiones de plasma parecen sugerir. Y es que sucede que como bisagra de todo el mecanismo se encuentra el sistema financiero, que básicamente se encarga de trasladar el ahorro conjunto de todos a proyectos de inversión que nos dan de comer. Así, mi actual puesto de trabajo es probablemente resultado de que un día el señor Montero pidió un crédito para montar el chiringuito, y sigue devolviéndolo en cómodos (o no) plazos. Ese crédito salió precisamente del ahorro de todos, depositado convenientemente en una entidad de préstamo o irresponsable caja. Añadiendo un épsilon más de riesgo, técnicamente, por cada depósito realizado, el banco puede guardar una parte y prestar el resto. Con el sistema de créditos se favorece la inversión (emprender actividades), pero también se consigue que la confianza sea una variable crítica. Si todos vamos al banco a la vez a retirar nuestro billete verde, ¡No habrá suficiente!, y tendremos que recurrir a la vieja máquina de imprimir de ese Rey Midas llamado Banco Central Europeo.


Queda claro y meridiano por tanto que una de las piedras angulares del sistema es esa especie de catalizadores de la reacción química económica que llamamos bancos. Por eso los rescatamos con el dinero de todos cuando son muy grandes y están en problemas. la teoría económica (que no la práctica) es clara al respecto: rescatar bancos, NO banqueros (estos a la cárcel si han gestionado ilegalmente. Y a responder con su patrimonio de las pérdidas). Es evidente por tanto, que sí sabemos lo que hay que hacer para humanizar lo salvaje. Vigilar riesgos y concesión de créditos, encarcelar ladrones, y prevenir a la población sobre las amenazas latentes o no tanto de la que nos alerta el siempre agudo Leijonhufvud. Porque si el sistema financiero cae, caeremos con él, por la vieja ley de la jungla. Aunque los de Podemos no lo entiendan, y sigan pensando en términos de granja colectivista.

viernes, 4 de octubre de 2013

Bancos Centrales y redistribución de la renta

Dice Ignacio Aporta de Paz que la política de bajos tipos de interés para los bancos es una manera intolerable de subsidio, ya que con ese dinero "fácil" compran deuda de los países en crisis y se benefician del diferencial de rendimientos. Y creo que tiene toda la razón. Siempre ganan los mismos. Y llevando el argumento más allá. ¿Qué sentido tiene la "independencia" del Banco Central Europeo si al final se dedica a hacer este tipo de cosas? Leijonhufvud lo deja muy claro aquí. Ninguno.

"The independence doctrine, however, is predicated on the distributional neutrality of their policies. Once it is realised that monetary policy can have all sorts of distributional effects, the independence doctrine becomes impossible to defend in a democratic society"

domingo, 29 de septiembre de 2013

La macro de System of a Down

La Macroeconomía es una sinfonía inacabada con varias propuestas de continuación. Los neoclásicos buscaron la inspiración en Mozart, toda variación del tema principal se despliega en el tiempo y converge en torno a una palabra clave: equilibrio. La composición era bella y natural, de dinámica elegante, autocontenida en ecuaciones que ordenadamente explican mucho con poco. Una economía a la medida de Newton, pero sin la capacidad de éste de mandar un cohete a la Luna. Ocurre que lo armonioso no es real, la sopa primigenia no es vida. Y llegó Keynes, el primer romántico, un Beethoven de pasión, de subidas y bajadas, economías estancadas en el desempleo y donde la Mano Invisible de Smith no se ve porque en muchas ocasiones no está. Y con él, uno años después, la macro del desequilibrio, la idea de fallos de coordinación que hacen que la economía no vuelva al equilibrio del libro de texto, que las perturbaciones se amplifican en vez de corregirse, hasta hacerse más audibles que el tema principal. Como la bella durmiente, la corriente se encuentra, por razones variadas, en un relativo olvido. El equilibrio con fricciones es hoy el estándar (aquí, un resumen de la metodología moderna al respecto).

Quizá, y a la vista de  la última crisis práctica y teórica, se necesita una teoría cuántica de la macro que sustituya la tradición newtoniana. La incertidumbre, la incapacidad inherente de predicción, los problemas de distribución de la renta, la irracionalidad, la ética....¡y el desorden en el sistema!





jueves, 26 de septiembre de 2013

David Anisi, un verdadero profesor

"Pero nada importa la realidad si la idea es vendible,e inmersos como estamos en una revolución conservadora,  florecen ramilletes de tutús y  manojos de yoyós en nuestros campos, plazas, calles, parlamentos (..).
"Tú puedes conseguirlo", "sólo tú puedes lograrlo", "exigentes como tú", "gentes que como tú, que saben elegir", susurran continuamente los tutús (...)  "quiero ser yo mismo",  "yo lo he ganado a pulso", "yo lo he logrado", "yo decido que hacer con mi tiempo", "yo decido mi forma de vivir", afirman con aplomo los yoyós.
Y ese mito de independencia,verdadero núcleo de tutús y yoyós, genera, al convertirse en creencia, una sociedad esquizofrénica y paranoica"
David Anisi, La ola de consumismo que nos invade. El País, 25 de Julio de 1989


Descubrí a David Anisi por casualidad. Tratando de encontrar unos buenos apuntes de macro, que resumieran las distintas escuelas modernas, me topé con un interesante artículo suyo. Tras googlear un poco e informarme sobre sus inquietudes y obra, ya no pude parar de leer. Desde los cuentos económicos (aquí) hasta su antología de escritos (aquí), devoro con creciente interés lo que me parece una obra muy original y amena, digna de un auténtico economista preocupado por los problemas de la realidad. 

Creo que David escribe de manera estimulante para el profano y provocadora para el que ya conoce algo la materia. Su lección de inauguración del curso en la Universidad de Salamanca, ("Economía, la pretensión de una ciencia") es un ejemplo de ello. El lenguaje es claro y enriquecedor, y creo que se esté o no de acuerdo, hace pensar. En temas de esos que importan. El desempleo, las políticas económicas, la escasez creada, la exclusión...

Demasiado pronto, allá por 2008, el profesor Anisi nos dejó. Nunca le conocí ni tuve el placer de asistir a sus clases, pero sirva este pequeño post de homenaje a alguien que dedicó su vida a la enseñanza, y que ha conseguido dejarme huella a través de sus reflexiones. Y sin ninguna duda, ha contribuido a aumentar desde su punto de vista postkeynesiano esa caja de herramientas para el análisis que es la economía moderna. 

Aquí, su página Web. Gracias, profesor.


miércoles, 18 de septiembre de 2013

El chocolate de Vlade Divac


Tras su primera visita a un supermercado americano, a Vlade Divac, famoso ex-jugador jugador serbio de la NBA, algo le llamó la atención.

"Cariño, esto es alucinante. ¡tienen chocolate de infinitos tipos! con almendras, blanco, con lacasitos, relleno, sin azúcar..."

Y su sorpresa era entendible. Porque en su país natal, tras décadas de aplicación de un sistema económico centralizado de inspiración comunista, sólo tenían una clase del exquisito dulce: chocolate a secas.

Resulta que, en las economías de mercado, el sistema libre de precios y la libertad de emprender negocios aportan un dinamismo que nunca han podido igualar los sistemas "comunistas". Los precios libres actúan en muchos casos como guías de escasez,  señales de qué se necesita y de qué no. Y si alguien detecta una oportunidad, puede aprovecharla montando un negocio. En los países del Este, el gobierno decidía qué había que producir, y además emprender un negocio por iniciativa propia era una quimera. Resultado: escasez de algunos bienes esenciales, abundancia de otros que no se necesitaban, baja calidad de los bienes...y en última instancia derrumbe del sistema. Todo elo lo anticipó Hayek...en los años 40!

A veces, no basta con tener un ideal. Hay que pensar muy bien la manera de conseguir los objetivos planteados

martes, 17 de septiembre de 2013

Síndrome Lasquetty


En este país sufrimos el síndrome Lasquetty. Estamos a merced de iluminados de pelo engominao que improvisan cambios trascendentales para nuestro futuro. NO HACEMOS UN SÓLO ESTUDIO SERIO SOBRE LAS CONSECUENCIAS DE REFORMAS TAN PROFUNDAS COMO LA SANITARIA. 

No me vale decir a priori "va a generar ahorro" o dar cifras como en el bingo. Quiero informes. De expertos. Con la opinión del que sabe. Contando con los médicos. Mirad por favor los estudios que hacen los ingleses para hacer un aeropuerto. La profundidad. La seriedad. ¿Aquí?. se construyen AVES según se levanta el político de turno. Se aprueban leyes sin presupuesto asociado. ¿Lucha contra el fraude fiscal? a por el electricista del barrio, que los yates de Puerto Banús quedan más a desmano. Permitimos que el Rey publique un desglose de sus gastos...¡de una página de word!. Y la factura la pagan siempre lo mismos. Los verdaderos responsables están muy ocupados yendo y viniendo de Suiza. Porque no nos engañemos, no son ni el chocolate ni los relojes los productos autóctonos del país alpino. Más bien los chorizos de cantimpalo. De importación ibérica para más señas.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Salarios y ¿productividad?

Razonamiento maravilloso de economista académico al uso. En los mercados liberalizados y próximos a la "competencia perfecta", un trabajador recibe un salario más alto cuanto mayor sea su productividad. Así que privaticemos y liberalicemos, que algo queda para el sufrido currante. Pero claro, luego ves lo que cobran esos grandes benefactores sociales llamados Urdangarín, Rato o los dirigentes de las cajas. Ves los efectos de privatizar la sanidad o el mercado eléctrico. Admiras la “eficiencia“ alcanzada en Suiza o las Caimán con la eliminación de trabas al movimiento de dinero. y te preguntas si es que de verdad lo piensan..o es todo una tomadura de pelo.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Lider o seguidor

En mis frecuentes viajes de Cercanías por los barrios de Madrid y alrededores, me suelen asaltar las dudas existenciales. Absorto en tan importantes asuntos, es relativamente frecuente que acabe cogiendo el tren de Aranjuez en vez del de Parla, o que tras bajarme de un convoy vuelva a coger el mismo en la dirección contraria, dándome cuenta de mi error a las 3 o 4 paradas repetidas (tras preguntar a mis alucinados compañeros de viaje si han cambiado el recorrido de la línea o algo). 

Aquella mañana, tres cuestiones me rondaban. En primer lugar, debo decir que he decidido definitivamente que mi anuncio megafónico favorito es "próxima estación: Al--calá!!!", con ese maravilloso acento femenino de la infravalorada y anónima voz que me alegra las gélidas esperas de andén. Incluso por delante de un clásico como el aguardentoso y amenazante "les recordamos que no está permitido fumar en el recinto de la estación" de Atocha. Dos preguntas más atormentaban mi mente. ¿Aragonés o Del Bosque?. ¿Rijkaard o Guardiola?. Entonces miré mis apuntes de Micro, y allí estaba la clave de ambas. Stackelberg!. Líder-Seguidor. Ventaja de mover primero. Opción a en las dos cuestiones. Dadme creadores, pioneros, funambulistas sin red. Que los imitadores surgen siempre después. Pueden tener incluso más mérito...pero no es igual.

jueves, 12 de septiembre de 2013

El banco de la confianza



"Jovencito, si inviertes en el banco tu capital, tu riqueza aumentará por la ley del interés compuesto!. De la mano de las sabias inversiones de los directores serás parte de ferrocarriles en África, presas, plantaciones de té...y alcanzaras una sensación de satisfacción cuando tu poder económico aumente! piénsalo! dividendos, acciones, OPAs...!!"

"Sí, sí, muy bien. Pero yo prefiero invertirlo en alimentar a las palomas".

Maravillosa respuesta de Michael Banks (unos 8 años). Espectacular Mary Poppins. Totalmente de actualidad.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Lo que se ve y lo que no se ve

¿Qué pasaría si todos bajáramos los salarios al nivel de subsistencia para "abaratar costes"? ¿habría demanda suficiente para tanto sueldo directivo millonario? ¿trabaja más eficientemente un trabajador con el agua al cuello que no llega a fin de mes y que ve que sus jefes se siguen forrando u otro con un remuneración razonable para lo que aporta a la empresa? ¿Es ético plantear un ERE con 10000 millones de beneficio? ¿Cuál es el resultado para los que menos tienen de una sanidad privatizada estilo EEUU? ¿A quién perjudica una educación pública poco exigente en la que sea fácil aprobar? Cuidado!!

martes, 10 de septiembre de 2013

¿Quién domina el mundo?


Decía el Gran Causelo que si queremos saber quién ganará en una negociación, debemos analizar primero qué parte tiene la sartén por el mango. Y en el caso de la globalización, Stiglitz pone el dedo en la llaga.

"Para ver cómo una globalización asimétrica puede afectar al poder de negociación, imaginemos por un momento cómo sería un mundo en el que hubiera libre circulación de personas pero no de capital. Los países competirían para atraer trabajadores. Prometerían buenos colegios y un buen medio ambiente, así como menos impuestos a los trabajadores.[...] pero ese no es el mundo que tenemos, y en parte se debe a que el 1 por ciento no quiere que sea así"

La realidad es la contraria. El capital circula con relativa libertad. Desde Suiza, a Bahamas hasta situar las empresas en países sin sindicatos. Muros de la vergüenza impiden a los trabajadores emigrar. Y claro, la competencia es distinta. Y una gran mayoría sufre las consecuencias. ¿es eso "libre mercado"? ¿o dictadura de unos pocos?. ¿Y quienes son esos pocos?. Aquí, la respuesta.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Libre Mercado. Living with eyes closed


Está de moda últimamente demonizar (sin entender) el libre mercado. Y yo me pregunto. ¿es esto "libre" mercado"?, ¿"Globalización"?. ¿O más bien es explotación proteccionista interesada?. Está muy bien reclamar el 0,7% de ayuda al desarrollo. Pero claro, cuando hablamos de quitar o reducir las subvenciones a la agricultura...eso no. Aunque sea a costa de perpetuar la situación en África. Lean, lean. Living is easy with eyes closed...
"Los africanos no podrán solucionar sus enormes problemas sin la ayuda de los países ricos. Y cuando digo ayuda, no me refiero solamente a darles limosnas sino más bien a dejarles trabajar, producir y vender en los mercados mundiales. El año pasado [2000], 40 millones de litros de leche se echaron a perder en el norte de Tanzania mientras los supermercados de la capital, Dar Es Salaam, solamente vendían leche holandesa. ¿Cómo es posible que sea más barato comprar leche holandesa que leche tanzana en Tanzania? La explicación es bien simple: los productos europeos disfrutan de obscenas subvenciones, lo que les permite competir (deslealmente) con los de los países pobres. Los contribuyentes europeos y americanos pagamos más de mil millones de euros diarios (repito, diarios) en subvenciones y protecciones agrícolas. Con esa extravagante cantidad se podría invitar a cada una de las vacas europeas a pasar un mes de vacaciones en un hotel de cinco estrellas en las Bahamas, con viaje de ida y vuelta en avión de primera clase...."

Xavier Sala i Martín. "Malvado" economista de esos que llaman "neoliberales"

La caja de herramientas de la profesora Robinson


Joan Robinson (1903-1983) fue, probablemente, la economista más importante del siglo XX. Compañera y seguidora de Keynes en Cambridge, decía que la teoría económica era una gran caja de herramientas, de la que podíamos escoger aquello que necesitásemos en función del problema planteado. Por ejemplo, si estuviéramos preocupados por la inflación podríamos utilizar la llave inglesa de la política monetaria. 

Siguiendo la metáfora anterior, nos dice el profesor Anisi que parece que en los últimos tiempos alguien se llevó (interesadamente) la taladradora de la caja. Precisamente la herramienta necesaria para luchar contra el desempleo y la desigualdad. Nos dicen que sólo hay un camino, y Chipre es la mejor muestra. Corralitos, austeridad y sometimiento a la troika. Pero es sólo una ilusión. Las alternativas existen. Y la señora Robinson lo sabía muy bien.




lunes, 2 de septiembre de 2013

Primera Ley Causelo. Incentivos y credibilidad.

Cuando al Gran Causelo le preguntaban si un capítulo del libro de texto de microeconomía podía caer en el final, la respuesta siempre era la misma. "Todo el Varian es materia de examen". Y año tras año, efectivamente, no había tema que no tuviera su pregunta correspondiente. Su comportamiento se basaba en dos principios claros: incentivos y credibilidad. El estudiante, ante la incertidumbre, se miraba todo. Porque, a la vista de exámenes anteriores, sabía que no había posibilidad de aprobar sin hacerlo. Nuestros políticos se empeñan en ignorar esos dos simples fundamentos. Anuncian previsiones de déficit que no se cree ni Bruselas, hablan de cortar la corrupción pero no establecen los castigos adecuados, y la evidencia indica que al final nadie va a la cárcel. Proclaman la bondad utópica del comunismo sin darse cuenta que la historia indica de manera dolorosa que no proporciona los incentivos adecuados a los individuos para que la sociedad progrese.

¿Queremos cambiar las cosas con nuevas leyes?. Empecemos por tres preguntas básicas.

1. ¿Proporciona la reforma los incentivos adecuados a los individuos para que se comporten con responsabilidad y esfuerzo? 
2. ¿Cuál es la evidencia histórica y en otros países de los resultados de reformas similares?
3. ¿Es lo suficientemente creíble como para que los individuos la tengan en cuenta en sus decisiones?

El resto es empezar la casa por el tejado. Aunque se tenga buena intención.

domingo, 1 de septiembre de 2013

La Historia "olvidada"


Es un hecho que la historia del pensamiento económico cada vez pierde más importancia en los planes de estudio de los Grados en Economía, quedando relegada a asignatura optativa minoritaria. Y creo que no es casualidad. Estaba pensando en ello (y en la "sospechosa" manía del ministro Wert para/con la asignatura de Filosofía) cuando he recordado una vieja recomendación bibliográfica del Gran Causelo. Tomo mi libro de "Teoría económica en retrospección" de la estantería, y me encuentro con la siguiente cita reveladora de Edgeworth (economista británico, el de la famosa caja, 1845-1926):


"La tendencia falsa de los profesores a inculcar, y de los discípulos a aprender por mera repetición, las frases y las metáforas de un autor favorito, sólo puede corregirse dividiendo la lealtad de quienes, como los antiguos romanos, corrían hacia la esclavitud. Por lo tanto, la historia de la teoría es particularmente instructiva en la economía política, como en la filosofía, la historia (...) y parece el mejor correctivo de los prejuicios estrechos y las asociaciones engañosas en que seguramente caerán quienes hayan sido confinados a una sola escuela o a un sólo sistema"
Es muy fácil adoctrinar y convertir en un autómata más al que solo conoce una verdad. Pero, sin embrago, se mueve. La economía seguirá siendo una ciencia social. Con muchas opciones de enfoque y riqueza de puntos de vista. Por mucho que los de siempre se empeñen en cerrarnos los ojos.


jueves, 29 de agosto de 2013

Keynes y la escalera al cielo


Le gustaba decir a Hicks que John Maynard Keynes fue un verdadero impresionista, al estilo de Monet o Renoir. Sin definir con exactitud el trazo de los detalles, el inglés supo ver y delinear el aspecto general de esa obra luminosa que desde entonces llamamos macroeconomía. A partir de los 60, los economistas se lanzaron a la carrera por los microfundamentos de la macro. Keynes intuyó la casa, pero ¿cuáles eran los cimientos? ¿cuál era la escalera adecuada al cielo que se intuía?.

En los 70, Leijonhufvud (con un sorprendente parecido físico a Don Quijote) planteó su visión. Dinámicas de desequilibrio que alejaban a la economía del pleno empleo en determinadas condiciones. Ausencia de la mano invisible de Smith, problemas y ruido en los mercados financieros y de trabajo. Tras unos años de pujanza, todo ello quedó en el olvido. Triunfaron los elegantes modelos de Equilibrio General Dinámico. expectativas racionales y optimización intertemporal. Música de Mozart para las refinadas mentes matemáticas de las nuevas generaciones. El problema de la estabilización parecía resuelto. Pero cada vez está más claro que fue una ilusión. No era de Mozart la sinfonía económica. Quizá tengamos que volver a los 70...y empezar por donde lo dejamos.


miércoles, 28 de agosto de 2013

Cártel Político. Sálvese quien pueda.

El Gran Causelo escribía en la pizarra a toda mecha. Y sin embargo, tenía el curioso don de detectar rápidamente las miradas de duda, a las que respondía lanzando una pregunta a bote pronto, que te obligaba a pensar rápido. Y fue precisamente después de uno de esos dardos intelectualmente provocativos cuando llegó la explicación que nunca olvidaré, por ser a la vez obvia y no haberme nunca parado a pensarla hasta ese momento. Cuando año tras año son las mismos los que compiten en un mercado para vender un bien, es razonable bajo ciertas circunstancias que con el paso del tiempo todo acabe en un pacto implícito para no molestarse mutuamente demasiado. El resultado es una conspiración en toda regla contra el consumidor. El propio Adam Smith dijo algo parecido en su momento.



Pues bien, algo de ello puede estar pasando con nuestros políticos. altas barreras de entrada que dan como resultado que siempre esté la misma gente, diferencias sobre el papel ...pero luego todos a una si se trata de cobrar dietas, pensiones vitalicias o proteger cuentas en Suiza. Quitarán la sanidad al que más la necesita, arrasarán (como ya lo están haciendo) con el talento investigador, dejarán todas las promesas en papel mojado y se lavarán las manos como Ponciopilatos del siglo XXI. Y nosotros, pobres corderitos, seguiremos votando al mismo lobo con distinto disfraz.