martes, 17 de febrero de 2015

El encanto de la Robustez Petrosiana


"Nunca olvidaré la alegría experimentada por las maniobras de mi torre... Creo que un pintor tiene el mismo sentimiento cuando ve claramente que su idea se ha realizado en el lienzo" 
Tigran Petrosian, hablando sobre una partida que le enfrentó a Taimanov.
Estoy de acuerdo con el maestro Leontxo García y con el gran Tal en que el jugador de ajedrez es un artista, que plasma su obra en un lienzo de 64 casillas. Y como en todas las artes, existen distintos estilos estéticos, y las preferencias entre los aficionados son variopintas. Quizá Tigran Petrosian sea uno de esos genios controvertidos, que nunca dejan indiferente a los que contemplan su obra, en mi caso con los ojos brillantes de la admiración profunda. Tachado por algunos como excesivamente prudente, es caracterizado por otros como un artista del contrajuego, y comparado por la mayoría con un verdadero muro, infranqueable para el rival y aparentemente inasequible al desaliento.

Nacido en Tblisi (Georgia) aunque armenio de nacionalidad, y con un lugar por derecho propio entre los grandes de la historia del ajedrez soviético y mundial, el hombre tranquilo perteneció además a ese selecto club formado por los Campeones del Mundo de las 64 casillas. Afable y tranquilo en las distancias cortas, y con un conocimiento del juego sobresaliente, ganaba sin florituras en muchas ocasiones y buscaba el refugio de las tablas sin disimulo cuando lo consideraba necesario. Los riesgos, siempre calculados. "Mide siete veces y corta una", fue la perfecta definición de uno de sus biógrafos (bonita semblanza del Tigran aquí, fuente de curiosas anécdotas).

Pensaba en el Gran Maestro Petrosian cuando releí por casualidad la serie de joyas de Fernández. Villaverde (F-V) sobre política fiscal (aquí enlaces a las tres partes). En una pequeña frase encuentro condensada la reflexión que quiero poner de manifiesto en la entrada. Dice Jesús: 

"El deseo de robustez creado por la incertidumbre lleva a tomar decisiones de política fiscal más centradas en evitar los peores escenarios" 
Y se me ocurre bautizar la política fiscal planteada por F-V, no sólo como robusta, sino con el apellido de Petrosiana (si bien para el aficionado podría considerarse una redundancia). En un mundo de incertidumbre (definida por Frank Knight como la imposibilidad de calcular las probabilidades de los posibles escenarios futuros), tiene sentido tomar decisiones que minimicen el daño en el caso de encontrarnos en la peor situación de las imaginables. Evaluemos con conocimiento profundo (a través de verdaderos expertos) las amenazas potenciales de las piezas rivales. y actuemos en consecuencia para evitar males mayores. Como en el caso del Gran Maestro, el estilo puede ser criticado por algunos, quizá pensando que no se están aprovechando todas las oportunidades potenciales de victoria (subir el gasto o bajar impuestos es siempre una tentación en tiempos de bonanza). Pero la experiencia por ejemplo de la burbuja inmobiliaria reciente en España nos indica a las claras los riesgos de sacar el champán sin pensar en la dura resaca del día siguiente. ¿hubiera tenido sentido una mayor austeridad en las vacas gordas?. Posiblemente más que cuando de verdad se aplicó, ya con el riesgo de jaque mate para la zona euro próximo.


Tanto en el ajedrez como en la vida, quizá un buen lugar estaría entre Tal y Petrosian. Quizá la virtud esté en algún matiz del ansiado término medio. Entre el agua y el fuego, en ese delicado equilibrio que podría definir la trayectoria óptima de política económica. No podemos hablar de Keynes sin citar a Friedman, y ambos tienen algo que enseñarnos. Y aquellos que admiramos al espectacular Tal, siempre tendremos en nuestro corazoncito la genial intuición de uno de los grandes, que quizá a fuerza de andar con pies de plomo pasó por la gloria del ajedrez en zapatillas. Sirvan estas líneas de homenaje a Tigran Petrosian, uno de esos artistas cuyas composiciones quedarán siempre en la memoria del buen aficionado, en esa balda reservada a los Grandes Reservas Vintage.

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