lunes, 26 de agosto de 2013

Hernán Cortés y el coste de avanzar a toda costa


Cuando el conquistador español Hernán Cortés (1485-1547) se disponía a emprender una de las campañas fundamentales de la conquista de México, los hombres de la tripulación no estaban tan convencidos como su jefe.  Los motines estaban a la orden del día, e incluso una peligrosa conspiración para cambiar el mando fue desbaratada en el último momento. Fue entonces cuando Cortés tomó una decisión que puede parecer sorprendente: barrenó las naves que les habían transportado al lugar de las siguientes operaciones militares. ¿Cuál era su objetivo?.

La razón principal era estratégica. "Quemando" las naves, eliminaba en la práctica la opción de retirada. Desde el punto de vista de un economista, podríamos decir que el conquistador redujo drásticamente el coste de oportunidad de avanzar para sus hombres, y los proporcionó los incentivos correctos para que lo hicieran. Después de la quema, seguir adelante era la única opción, ya que la mejor alternativa realista había pasado a ser quedar a la expectativa, abandonados en territorio hostil. ¿Consiguió el ardid motivar a la tropa?. Veamos la explicación  al respecto del cronista Díaz del Castillo.

 “Quienes pretendían desertar se vieron obligados a continuar en la empresa. Los que estaban a favor de la aventura, no necesitaban artificios para decidirse: Pues, ¿de qué condición somos los españoles para no ir adelante, y estarnos en partes que no tengamos provecho de guerra?”

Así pues, una muestra de funambulismo estratégico…que finalmente sirvió a los propósitos del conquistador.







[1] El grabado de la imagen corresponde a Van Beeq, y lleva por título “Cortés hundiendo sus barcos”.

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