jueves, 30 de octubre de 2014

Feo, fuerte y formal


El de John Wayne es uno de esos casos en los que el personaje cobra vida, disociándose del actor que le presta percha y altavoz. "Feo, fuerte y formal" reza su epitafio y el homenaje de Loquillo. Siendo original, no llega a hacer justicia a la grandeza del mito. Yo siempre le recordaré al otro lado del televisor, en la sobremesa del Domingo, con mi padre repitiendo una y otra vez la escena de For Apache que me hizo comprender por primera vez lo que era una interpretación quizá conservadora, pero épica en su contención.

[A los periodistas]

"No, se equivocan. No quedan olvidados porque no han muerto. Aún viven. Están ahí, Collingwood y los demás. Vivirán mientras exista el regimiento. Con una paga ínfima al mes y un rancho de alubias, pero puede que prueben la carne de caballo antes del final de la campaña. Reñirán en el juego, o por una botella, pero compartirán hasta la última gota de agua, llegado el caso. Cambiarán sus rostros, sus nombres, pero son ellos; son el regimiento del Ejército regular, ahora y dentro de cincuenta años. Son los mejores que existen, un regimiento del que uno puede sentirse orgulloso"


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