Estoy seguro de que hoy Manolín Preciado, Arteche y tantos otros racinguistas que nos dejaron habrán sonreído desde el cielo. Cuando uno se pone malo, no hay mejor cuidado que el de la gente que te quiere. El Racing hace mucho tiempo que enfermó, y hoy por fin ha quedado en manos de las personas correctas. Sañudo sí que siente al Racing. Le recuerdo todo corazón, ya veterano y con su eterno bigote, dándolo todo en el Oviedo. Y después, gritando como loco con Walter cada gol verdiblanco. Se me quedó grabada la perfecta definición que leí de él a un aficionado del club asturiano. Rezaba, si no recuerdo mal, más o menos como sigue:
"Algunos jugadores ofrecen un menú delicatessen. mucha parafernalia, pero a veces escaso consuelo para el paladar del buen aficionado. Con Tuto, la carta estaba clara todos los días: Huevos de primero, huevos de segundo. Y de postre...más huevos"
Con semejantes antecedentes, no me cabe duda de que por fin el rumbo es el correcto. Mucha suerte a Tuto, directivos, jugadores y afición. ¡Aúpa Racing!
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