viernes, 24 de enero de 2014

La tristeza de Hergé

Tras 46 años sin verse, Georges Remi, Hergé, creador de Tintín, se reencontró en el aeropuerto de Bruselas con su amigo Tchang, el hombre que le inspiró el Loto Azul. Me he alegrado conocer la historia, porque siempre me pareció ver una tristeza no disimulada en los últimos álbumes del dibujante. Sildavia ya no es diferente a Borduria, sino que ha quedado consumida por la misma sed de poder que arruina todas las utopías. El revolucionario General Alcázar no es más que la imagen especular de su rival Tapioca. Y el propio Hergé, antes identificado con el risueño Tintín de los primeros viajes, se siente tan fuera de su elemento como el capitán de marina Haddock atrincherado en su castillo de la campiña francesa. Quiero pensar que al final de todo, el mensaje es que hay cosas que vencen al tiempo, y que son las verdaderamente importantes. Imprescindible documental, con agridulce epílogo.

"Todo el mundo habló de esa serenidad por fin encontrada...¿estaba sereno?...no estoy seguro. Pero después de todo, creó Tintín. Utilizó todas sus dudas, sus preocupaciones, sus angustias. Las proyectó en sus libros...y las enriqueció"


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