domingo, 24 de enero de 2016

Izarren Hautsa (Polvo de estrellas)

Me enamoré del euskera el día que descubrí esta maravilla de poema cosmológico, escrito por Xabier Lete, y cantado por Mikel Laboa en la versión que enlazo. Algún día quizá tenga tiempo de estudiarlo. Debo decir, desde el desconocimiento absoluto del significado de cada palabra en el original, que me parece que de alguna manera la lengua acompaña económicamente el mensaje, diciendo mucho con poco, y que es una perfecta descripción de tiempo, planeta, ciencia y evolución. Aquí, letra original, traducción castellana y bonita reflexión al respecto.

sábado, 23 de enero de 2016

Línea clara

Georges Remi, Hergé, creador de Tintín, fue además un dibujante excepcional. Su estilo, característico de la escuela franco-belga del cómic, se denomina en el mundillo "línea clara", y el propio nombre indica la idea detrás del genio: definición exacta de la línea en cada trazo. De dibujo y de guión. Cada elemento de la historia no aparece por casualidad, sino que lleva al lector al meollo, directo y sin contemplaciones. Fuera del papel y la tinta, es más difícil seguir la coherencia y no desviarse ante las tentaciones del mercado y la vida. Bonito mensaje de Loquillo, con guiño al artista belga al aparecer en el videoclip Objetivo: La luna, mi álbum favorito. Porque aún con renglones torcidos y manteniendo los principios, no hay que perder de vista la quizá utópica meta.


Tuve muchos nombres,
me vieron con otra cara 

pero siempre fui yo, 
marcando una línea clara






jueves, 21 de enero de 2016

La libertad y la música, según Mama Cass. Un (conservador) apunte.

Nadie debería decirte que sólo un tipo de música es válido. Haz tu propio tipo de música, aunque sientas que tocas solo. Directo y claro el mensaje de (Mama) Cass Elliot hace más de 40 años. Y además actual, debo añadir. Porque lo importante no es que un diputado se salga de la melodía oficial llevando rastas o ropa de Alcampo, sino lo convincente de su mensaje y el valor de su trabajo y compromiso. Voluntariosos y con ganas veo a los diputados de Podemos, y me alegro de ello.
Pero,y quizá paradójicamente, profundamente equivocados en algo importante de fondo. Sólo es posible de verdad la diversidad y el cambio que buscan si el director da un paso atrás y no se esfuerza en gobernar por decreto la pluralidad de la orquesta, que incluye además a la derecha. Echo en falta menos propuestas de regulación por las bravas y cordones sanitarios sobre el PP, sobran referencias a Maduro y a Lenin, y faltan a Hayek. Baste recordar que con ninguno de los dos primeros hubiera sido posible el 15 M ni Podemos. Los solos de guitarra hubieran quedado diluidos en el tono monocorde de la verdad oficial en el llamado socialismo real. Esa es la paradoja. Canciones tan libres como la enlazada no salieron precisamente de países marxistas, ni de planes quinquenales. Y sólo fueron,de hecho posibles en ese capitalismo imperfecto y muy mejorable (en eso estamos de acuerdo) del que ayer los hippies y hoy el partido morado parecen querer huir. Conviene tenerlo en cuenta.

Severus

Se me ocurre que la serie de Harry Potter lleva ese nombre porque con demasiada frecuencia los verdaderos héroes no salen en los titulares ni en las portadas publicitarias. Bien hizo, por tanto, JK Rowling en esconder, conscientemente o no, detrás de las aventuras del mago adolescente a los verdaderos protagonistas, mucho más interesantes quizá que el propio actor principal. Porque así, en cierto modo, es la vida. Llena de luminarias que dan nombres a calles, mientras los verdaderos justos, merecedores sin duda de reconocimiento social, pasan en zapatillas por el planeta y en el tiempo, sin darse importancia. No hay calle a Sor Milagros. Sí para el General Mola. 

No estaría mal renombrar el Oscar a mejor actor secundario como el Severus Snape. Ni tampoco como el premio Alan Rickman, aunque posiblemente el sujeto habría rechazado ese merecido protagonismo que nunca buscó, pero sin embargo consiguió. Descanse en paz, uno de mis favoritos. El que me enseñó que no todo el monte es Gryffindor. Un secundario de lujo, que ahora estará para siempre a la vera de Dumbledore, en el incierto país al que tarde o temprano llegaremos todos.