martes, 18 de febrero de 2014

Willis Reed, el espíritu del Madison


Primavera de 1970. Se acerca el partido clave de las finales, y la sombra de la derrota se proyecta oscura sobre el ánimo de los aficionados del Nueva York. Su pivot titular, única esperanza para superar a los Lakers, yacía en la camilla del vestuario, con la pierna inmovilizada. La lesión era grave, sólo caminar era un triunfo. Entonces, el gran capitán tomó una decisión. A pesar del riesgo para el futuro de su carrera y del dolor, era necesario un gesto. Debía salir y liderar la victoria, plantar cara al coloso Wilt Chamberlain. Si no, estaban perdidos. Y lo hizo. Salió al campo andando con dificultad, anotó las dos primera canastas y se sentó entre la atronadora ovación del exigente Madison. Y su gesto inflamó el corazón de sus compañeros, que harían historia, consiguiendo el primer anillo de campeones para los de la Gran Manzana. Nunca una afición estuvo tan entregada a un jugador. Uno de mis pivots favoritos, un héroe de otra época, de otra manera de entender el baloncesto. The heart of the New York Knicks... WI-LLIS REEEEEEEEED!!!


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