miércoles, 6 de mayo de 2015

Keynesiano Barcelona

Hacía tiempo que no me ponía tan nervioso viendo al Barcelona. He asistido desesperado a una tensa primera parte y a las continuas alternativas en el juego, no dejando de admirar la valentía de un Guardiola que siempre sale como los buenos trapecistas. Sin red. 

Pero debo decir que de alguna manera, y quizá adormecido por años de cansina posesión, ansiaba la llegada del macrodesequilibrio presente. Porque ahora Messi, como la buena política fiscal, aparece como remedio coyuntural y decisivo, y no como pincelada de color casi invisible en el blanco y negro nostálgico de un tiquitaca obsoleto. As usual, los tipos bajos siguen estimulando la inversión, pero en este caso en proyectos con olor a gol. Con este nuevo banquero central, salimos de cara y en vertical, para bien o para mal. El Keynesiano corto plazo del ataque directo ha sustituido al calmado pase en busca del hueco, y creo que era lo que tocaba, porque a largo plazo, todos roques. Xavi cumple como profesor emérito (que ya le tocaba). Rakitic es un desastre, pero da salsa. Y rodeado de vikingos, he coreado por lo bajini un mantra después de que Neymar vengara a Pacman y fusilara de caño al chulito de Mayweather Neuer. Como su primo Adolfo, un apellido perfecto para una transición necesaria. Las seis letras que llevará mi camiseta si nos enfrentamos al Madrid en la final de Champions. Qué mejor elección para el anillo de compromiso. Espero poder gritarlo al cielo madrileño en breve. ¡bota el centro...marca Suárez!!


sábado, 2 de mayo de 2015

La política y los amigos

"¿Os afectará la dimisión de Monedero electoralmente?". Un visiblemente afectado Pablo Iglesias contestó con el corazón, y a falta de razones objetivas se le escapó un tierno deseo. "No afectará a las elecciones...porque no". Y debo decir que me gustó mucho la respuesta por lo que tiene de auténtica y natural. Pocas veces en todo este tiempo le había visto no calcular y hablar desde la boca del estómago, donde de verdad duele la dimisión del amigo, al que en todo momento ha respetado.
Mucho se empeñan los medios (con El País a la cabeza, por cierto) en mostrarnos gráficamente el abatimiento del líder. Si el objetivo es hundir el tocado transatlántico Podemita, han pinchado, al menos conmigo, en hueso. Hablemos de política e ideas, y en eso tengo mucho que discutir con ellos y estoy muy lejano. Pero con un segundo de respuesta ante la adversidad, me ha dicho en lo personal más Iglesias que todos esos "amigos" de Rato de los que el interesado reconoce que ya no atienden sus llamadas. Echo en falta autenticidad ante la caída del amigo. Dureza política y condena de lo indefendible, pero calidez personal, que no es incompatible. La amistad se debería respetar en política, y lo personal tratarse como sagrado y comprensible. No me gustó cuando se utilizó a las hijas para atacar a Zapatero, ni las insinuaciones cavernícolas de la derecha más rancia respecto a Iglesias y Tania Sánchez. Prefiero un Guindos reconociendo pasarlo mal por el proceso a Rato que ese Rajoy evitando nombrar a Bárcenas mientras lo consolaba vía SMS. Mucho me dicen para mal todos aquellos que corren al abrigo de ciudadanos deshojando la Rosa, negándola antes de que cante el nuevo gallo electoral, como si antes no la hubieran aclamado como Mesías.
Por las expuestas, y por otras razones, esta primera vez que voto en Madrid, me estoy planteando confiar en el economista Carmona para la ciudad. No olvido que cuando cayó Gómez, reaccionó como el amigo que es, sin necesariamente compartir la visión política del caído. Y allí estuvo, a su derecha, respetando y sin negarle cuando las nubes de tormenta se cerraban. Puso la mano en el fuego con el corazón, y no la cabeza táctica. Eso no es de derechas ni de izquierdas. Es humano. Y tantos estrategas electorales de chichinabo no harían mal en recordarlo. "gonna try...with a little help from my friends". Pues eso. Gracias, amigo Ringo.